No muchos saben que originalmente la tabla ouija era un juguete desprovisto de las tenebrosas implicancias que se le adjudican desde que pasó a formar parte del arsenal de médiums y espiritistas. Desde fines del siglo XIX el tablero está ligado a la comunicación directa con el otro mundo y no siempre los contactos resultan amistosos. Así queda ampliamente demostrado en “Ouija”, una de esas apuestas de terror que explotan en las boleterías. ¿Alguien duda de que habrá más de una secuela de esta historia?

Después del fallecimiento de Debbie (Shelley Henning) su amiga de la infancia Laine (Olivia Cooke) y su novio Pete (Douglas Smith) encuentran un viejo tablero ouija en la habitación de Debbie. Laine decide usarlo para despedirse de su amiga y llena de curiosidad, junto a Pete, empieza a hacer preguntas sobre la extraña muerte de la joven. Descubren que el espíritu que habita el tablero se hace llamar DZ y no tiene ninguna intención de acabar con las sesiones.

Laine y Pete empiezan a comprender los secretos de la casa de Debbie y descubren que la joven no ha sido la primera víctima y que tampoco será la última. Deben cerrar el portal que han abierto antes de que sea tarde...

Que Michael Bay, factótum de la saga Transformers, figure en el equipo de producción no es una casualidad. Los Transformers y los tableros ouija son propiedad de la marca Hasbro, aliada con el estudio Universal en este proyecto. ¿Se entiende cómo funciona el negocio? “Ouija” costó 5 millones de dólares y sólo en Estados Unidos lleva recaudados 50 millones.

El matrimonio de guionistas conformado por Stiles White y Juliet Snowden escribió la historia y el propio White la dirigió. Fue su debut tras las cámaras.